El Deseo es fundamental para alimentar el deseo ardiente que habita dentro de nuestra mente.
Si las personas de tu equipo poseen Deseo ardiente tu negocio explotará al siguiente nivel.
Atención: antes de seguir leyendo, ¡asegúrate de haber leído este post! Ver: Barnes. Una Historia Sobre la Perseverancia.
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El Primer Paso Hacia la Riqueza (el Deseo)
Cuando Edwin C. Barnes se subió al tren que se dirigía hacia Orange (New Jersey) para reunirse con el gran Thomas A. Edison, hace ya más de cincuenta años, podía parecerse a un vagabundo … Sin embargo, ¡su fuerte deseo de conseguir el éxito era de la altura de un rey!
Mientras se alejaba de la estación del ferrocarril y se acercaba a la oficina de Thomas Edison, su cerebro trabajaba sin parar… Se veía de pie a sí mismo frente al inventor. Se escuchaba a sí mismo pidiéndole a Edison la oportunidad de llevar a cabo la única gran obsesión se su vida: el ardiente deseo de llegar a ser socio del mismísimo Thomas A. Edison.
(Ver: Cerebro; Sácale el máximo)
¡El deseo de Barnes no era una esperanza! ¡No eran ganas!
Era un deseo palpitante, imposible de borrar; Era un deseo totalmente definido.
Algunos años después, Edwin C. Barnes volvió a pararse delante de Edison, en la misma oficina en la que se reunió por primera vez con él.
En esta ocasión, el deseo se había hecho realidad. Era socio de Edison.
El sueño dominante de su vida se había convertido en algo real. Estaba viendo cómo se cumplía su gran deseo.
Así, Barnes pudo tener éxito porque decidió elegir un objetivo bien definido y estructurado, y además, puso toda su energía en ello, todos sus esfuerzos, su fuerza de voluntad.
El Hombre que Quemó sus Naves
Pasaron cinco años antes de que apareciera la oportunidad que Edwin había estado buscando.
Todos lo veían, menos él mismo, como una parte más del engranaje que formaba el equipo de Edison, pero en su interior, el afirmaba ser socio del inventor «desde el primer minuto» que empezó a trabajar con él y cada minuto del día posteriores.
Este es un claro ejemplo del notable poder que aporta un deseo bien definido.
Barnes consiguió lo que se propuso porque su deseo de poder ser socio de Edison era más grande que cualquier otro.
De este modo, el joven creó un plan para alcanzar el éxito. Sin embargo, para ello tuvo que quemar todas sus naves tras de sí. Se mantuvo firme en su deseo hasta que éste se convirtió en la obstinación obsesiva de su vida.
Finalmente, se volvió un hecho.
Cuando viajó a la ciudad de New Jersey, Barnes no se dijo a sí mismo: «Intentaré convencer a Edison para que me de algún tipo de trabajo«, sino: «Voy a ver a Edison para explicarle que voy a hacer negocios con él«.
No se dijo: «Estaré alerta ante cualquier otra oportunidad que surja en caso de no conseguir lo que busco en la organización de Edison«, sino «No hay más que una cosa en el mundo que estoy decidido a conseguir, y es asociarme con este inventor en sus negocios. Quemaré todas las naves tras de mí, y apostaré mi futuro a la capacidad de conseguir lo que quiero«.
En ningún momento se planteó retroceder. ¡Tenía que triunfar o morir!
¡Esta es toda la historia del éxito de Barnes!
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